Sarampión
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a principios de enero del presente año, sobre la aparición de importantes brotes de sarampión en Europa, América y África. Francia es, según la OMS, el país europeo con más casos: 14.025 sólo entre enero y julio. El sarampión es una enfermedad exantemática aguda infecto-contagiosa, de etiología viral. Es típica de la edad infantil y se presenta, generalmente, de forma epidémica.
En nuestro país, hay 1.777 contagios confirmados, de los cuales, una sexta parte se localizan en la Comunidad de Madrid.
La Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria (AMPAP) manda un mensaje explícito a los padres: "Es fundamental vacunar a los niños. Se ha puesto de moda no hacerlo, sobre todo con la triple vírica, y eso es una barbaridad", asegura su presidenta, Concepción Sánchez Pina. "Ahora estamos viendo las consecuencias de esa moda. Es absurdo permitir que los niños se contagien, cuando evitarlo además es gratis".
El calendario de vacunaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud contempla la administración de la vacuna triple vírica (Sarampión-Rubeola Parotiditis) en el rango de edad entre los 12 y 15 meses y el Calendario de vacunaciones de la Comunidad de Madrid, aunque recomienda su administración a los 15 meses cuando existe un incremento del riesgo en niños de padecer el Sarampión se contempla adelantar la dosis a los 12 meses.
ATENCION ODONTOPEDIATRAS/ODONTOLOGOS GENERALES
La forma de transmisión y las manifestaciones bucales de esta enfermedad deben ser consideradas en cuenta en el ejercicio de nuestra profesión para alertar a los padres de una posible contagio con el virus y tomar las medidas adecuadas.
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La transmisión de la enfermedad se produce rápidamente, por contagio directo y a través de las partículas de saliva (gotitas de Flügge) que flotan en el aire emitidas por el habla, la tos o el estornudo, desde el enfermo al sujeto sano, siendo la vía de entrada la vía respiratoria.
El momento de mayor contagio es el prodrómico o catarral mientras que, en el periodo de incubación (de 8-11 días, asintomático), la trasmisión es nula.
Las manifestaciones orales suelen presentarse 2 o 3 días antes del la erupción cutánea exantemática, aparecen en un 90 a un 97% de los enfermos afectados por el virus:
- Las lesiones características son las manchas de Köplick que se presentan como maculas eritematosas, de bordes irregulares y de pequeño diámetro, que confluyen en ocasiones de forma localizada en la mucosa yugal del paciente, primero alrededor del orificio de stenon, extendiéndose al tercer día por el surco vestibular. A las 48 horas, estas manchas se convierten en pequeñas máculas rojas con un punto blanco o azulado central sobre fondo eritematoso. La presencia de las Manchas de Köplick constituye un signo patognomónico del sarampión, aunque no siempre aparecen.
- Otras manifestaciones orales descritas son la sobreinfección por Candida albicans en inmunodeprimidos, la gingivitis ulcerativa y la inflamación pericoronal.
- El paciente puede presentar disfagia (dificultad para tragar), así como petequias faríngeas y palatinas e inflamación generalizada, congestión, hinchazón y ulceración focal de encía paladar y garganta.
El diagnóstico es eminentemente clínico, aunque en ocasiones puede requerirse la confirmación del diagnóstico debido a su baja prevalencia, la posibilidad de presentarse de forma subclínica y dado que otras afecciones víricas pueden originar cuadros clínicos similares. El análisis serológico de anticuerpos, específicamente IgM, representa el diagnóstico de laboratorio estándar, aunque también se ha descrito el análisis por PCR de frotis oral. La histología de las lesiones revela una necrosis focal del epitelio.
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Es importante registrar el calendario de vacunación en nuestras historia o, por lo menos, conocer si el paciente ha sido vacunado. Esto nos permite, por un lado, tomar medidas en nuestros gabinetes ante posibles brotes epidémicos en edad infantil y, llegado el caso, nos puede conducir a un diagnostico más acertado ante la presencia de lesiones sospechosas.
En estos casos el pediatra de cabecera es nuestro mejor aliado para que los padres acepten la importancia de las inmunizaciones a edad infantil independiente de modas o tendencias absurdas.
Identificación Síntomas:
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